Investigadores del Massachusetts Instute of Technology (MIT) proponen una alternativa al ladrillo tradicional: el BLAC Brick. Más barato, menos contaminante y de color negro (entre sus componentes no figura la tinta de calamar).
Realizado a partir de celulosa, proveniente de restos de papel y cartón reciclado, hidróxido de sodio, extracto de lima, y una pequeña cantidad de arcilla. No requiere cocción en un horno, ya que se endurece a temperatura ambiente gracias a un proceso químico que desencadenan sus propios componentes.
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